Siguiendo las huellas de Roberto Arlt tengo el impulso de cumplir con aquello que dijo alguna vez el gran Juan Rulfo: "los seres humanos no se distinguen por ser creyentes o no creyentes, de izquierda o de derecha, blancos o negros. Los seres humanos somos indignos o indignados". Por eso, estos caramelos ácidos.
Bienvenidos.
Julio Rudman
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