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sábado, 21 de agosto de 2010

Carta cerrada

A fuerza de ser honesto, no se como empezar. Me resulta difícil de digerir. Que alguien que tenga por oficio el periodismo tenga el insulto tan fácil. Aunque lo disfrace con ironía. Tengo (tal vez debiera decir tenemos) la impresión de que quienes son periodistas, poseen un código de ética, que son dueños de una formación intelectual medianamente seria.
Tal vez por ello me resulta tan arduo aceptar que un periodista (es posible que no lo sea, en tal caso, yo estoy equivocado) utilice el agravio como método y sistema para expresar sus pensamientos.
¿Quién es Ud., Julio Rudman, para llamar h…. de p…. a Julio Cobos, o a Ernesto Sanz porque este manifestara su opinión sobre el tema de la Asignación Universal por Hijo, opinión por la cual de hecho posteriormente pidió disculpas? ¿Qué acciones ha realizado Ud., Julio Rudman tan relevantes para el país? ¿Acaso es Ud. el único dueño de la verdad y todo el resto esta equivocado? ¿Con que derecho Ud. pone etiquetas a otras personas, (especialmente a quienes no piensan como Ud., y para colmo de males, públicamente)? Convengamos algo. Ni Julio Cobos ni E. Sanz son unos santos. Pero ello no le da derecho a Ud. a insultarlos tal como lo ha hecho.
Ud. se preguntará cual es el motivo que yo lo cuestione como lo hago. Mis razones, Sr. Rudman, las pude encontrar luego de leer, de manera fortuita cabe decirlo, dos escritos suyos. “Ernesto Sanz y el neo-cáncer“, allá por mayo o junio del presente año y otro artículo suyo, mas reciente “Shhhh, el Cardenal duerme”
En el 1er Art. Mencionado, hace Ud. comparaciones entre distintas personas; a mi ver, alguna de estas comparaciones son muy poco felices, dictadas por un rencor malsano, con poca objetividad, por no decir, manifiestamente maliciosas. Ud., Sr. Rudman, sólo lleva agua para su molino.
En el caso que nos ocupa, entre otras comparaciones sobre mendocinos: “Dio a Tejada Gómez, a Favio, Benito Marianetti, Rodolfo Braceli……y también a Dromi, Vila, Manzano, etc. etc.” Más allá de los logros o yerros que cada uno de estos ciudadanos pueda tener, (entre otras cosas le recuerdo que algunos fueron funcionarios de un gobierno nacional de igual signo al actual, el P. J.) lo que Ud. refleja Sr. Rudman según su particular óptica, es una visión totalmente parcializada. Para ejemplificar, y en total desacuerdo con Ud., Armando Tejada Gómez, para muchos, (entre quienes me cuento), aparte de ser artista (no demasiado notable), también fue un enorme resentido social. Y de Leonardo Favio, a quien Ud. aparenta admirar, otros opinamos que su obra no es de una envergadura tan grande como nos han querido hacer creer; Favio, Sr. Rudman, es un artista más que ni siquiera asume el paso del tiempo. Sintetizando, Leonardo Favio no es Bergman. Pero, le concedo, esto es materia opinable.
Retomando el hilo de la presente, dice Ud. al final de su apartado: “tengo la convicción de que la mamá de Ernesto Sanz lo crió en S. Rafael, con amor y con la esperanza…….por eso no lo trato como se merece”. Lo mismo opino yo de Ud., Julio Rudman.
A menos que Ud. haya logrado en su vida un nivel de perfección absoluta, sea en lo familiar, en lo profesional, en lo estético o en lo moral. De ser así, si Ud. ha logrado tales pergaminos indubitables, sólo entonces tiene Ud. el derecho de juzgar a otras personas con la pluma y la lengua tan afiladas como la suya. Si tal es el caso, mil disculpas Sr. Rudman, es Ud. inimputable.
Sobre el segundo escrito suyo, “Shhhh. El Cardenal duerme”, nuevamente Ud. nos sorprende con sus aseveraciones; todas con una seguridad que no deja dudas. Todas sin cortapisa.
Más allá de la personal visión de cada uno sobre la temática, al margen de su ostensible defensa de la ley de matrimonio gay (aunque Ud. deje perfectamente establecido que Julio Rudman es hetero y no homo, por las dudas, no sea cosa que también lo discriminen a Ud., justamente, a Ud., adalid de las minorías)
Debo aclararle, Sr. Rudman, que a mí, particularmente me surgen ciertas dudas sobre su artículo. Concretamente, ¿a que se refiere cuando dice, textualmente:”….el jefe mundial de la secta”? ¿Lo hace en directa alusión o referencia al Papa?
De ser este el caso, Sr. Rudman, además de malicioso, es Ud. ignorante. El Papa, Sr. Rudman, no es “el jefe de una secta” El Papa es el Pontífice Máximo de la religión Católica. La religión Católica no es una secta. Como Ud. debería saber, la palabra secta tiene distintas acepciones, pero en ninguna le cabe el rasgo que Ud. ha intentado otorgarle. Una religión es un todo. Una secta es sólo una parcialidad o escisión de ese todo.
Si Ud. Julio Rudman es agnóstico, ateo, musulmán o lo que fuere, no interesa. Lo que interesa es que su postura no le da derecho a llamar a la religión católica “secta”, mucho menos con el sentido peyorativo que Ud. parece imprimirle a sus palabras.
Caben diferentes posibilidades sobre el particular. O Ud. tiene una mala formación de base (lo que, tratándose de un periodista, es algo serio), o en su defecto, Ud. tiene una buena formación y mejor información, y lo que dice y escribe lo hace con absoluta conciencia de que es una falacia, lo que en tal caso, es mucho mas grave que el caso de su posible ignorancia.
Otra posibilidad sobre la temática, es que haya un error de interpretación sobre lo que Ud. escribió. Ud. no se refirió a la religión católica como “secta”. De ser así, entonces mil disculpas Sr. Rudman.
Sin embargo, hay otras aseveraciones suyas que no dejan lugar a la especulación. Sus palabras dicen lo que dicen con convicción, con el énfasis cuasi absoluto de quienes se saben (o creen) dueños de la VERDAD. Así. Con mayúsculas. Inasequible, solo para unos pocos iniciados, aparentemente incluido Julio Rudman.
Esta verdad que Ud. manifiesta, Sr. Julio Rudman, lo hace aun cuando ironiza, por ej. y lo cito textualmente: “El Episcopado estudia eliminar el arroz en la dieta de los cursillos de Cristiandad”
Dado el caso, a los periodistas poco objetivos, la vida, la realidad (no ya el episcopado o Dios, valga la aclaración), tal vez les tenga reservados otras supresiones, otras carencias.
Otra pregunta que surge de su escrito: El anuncio sobre la posible visita del Comité Central del P C a nuestro país, ¿lo hace para monitorear la marcha de los 20.000 millones de dólares de inversiones que el gobierno anunció con bombos y platillos en el 2004? De ser así, por favor le ruego que me ilustre donde están estos capitales chinos en argentinas, puesto que yo (y miles de compatriotas mas) ignoramos donde se encuentran a la fecha.
Hay mas material digno de análisis en el escrito de J. R., tan progresista él, tan lapidador de “…los poderosos, los mediocres de espíritu, los cavernarios de mente”
¿Cómo hay que llamar entonces a quienes defienden lo antiético, lo obsceno, lo inmoral? ¿Debemos llamarlos estoicos? El tema, mal que le pese a Ud. Sr. R., no es sólo la inclusión, es la inclusión a costa de que es lo que se resigna.
Pero, concedo, tiene Ud. razón cuando afirma: “se suman derechos, se suma libertad, se multiplica la vida.” (Hablando de otros “logros” del modelo, por supuesto)
Si Sr., se suman derechos…………..…de los que delinquen
Se suma libertad………..............de quienes no la merecen
Se multiplica la vida…… …..de inequidades e indignidades, personales y colectivas; de lúmpenes, narcotraficantes, de sicarios. Si Sr., esto también es multiplicar la vida.
Acuerdo algo con Ud., Sr. R. Es verdad lo que asevera; los Borgia no son un ejemplo para imitar. En ningún sentido. Tampoco lo son algunos intelectuales modernos llamados “progresistas” (A menos que, como dije antes, alguno haya alcanzado un grado muy alto de perfección).
Como Ud. dice, “se asestó un golpe amoroso fundamental al absolutismo, al monopolio de la verdad. Nuevamente tiene Ud. razón. Hemos sentado todo un precedente. Ahora TODOS compartimos un sofisma. Como si el mismo fuera una verdad.
Atte.
Diego Adrian Garcia dagan7261@yahoo.com.ar



Respuesta a “CARTA CERRADA”
Julio Rudman

Usted, Diego, es un hombre culto. Me doy cuenta porque dice "a fuer", modo semántico que usan los cultos, pero muy antiguos. Como ve, empiezo dándole la razón. Soy irónico, maldito y me ensaño con quienes se ocultan tras los cortinados blindados del dogma, de cualquier dogma. ¿Por qué esta carta que usted me envía ha de ser cerrada? ¿Lo avergüenza defender al senador y al pastor alemán? Con o sin su permiso, mi respuesta será abierta, todo lo abierta que pueda. Seguramente, más abierta que su cabecita inquisitorial.
Me enorgullezco de varias cosas, en la vida que me tocó y que construí. Le hago un listadito tentativo. Estoy orgulloso de no ser objetivo ni de tener molino particular adonde llevar mis aguas. Esas aguas son plurales, nunca egoístas. Son las aguas que bañan los sueños de los condenados de la tierra, como les llamó Franz Fanon, autor subversivo por naturaleza. Son aguas y tierras que le robaron a los pueblos originarios, robo que contó con la complicidad militante de la jerarquía católica de aquellas épocas. La misma complicidad que mantuvieron durante 1976-1983, bendiciendo torturadores, ladrones de bebés y genocidas. Seguramente, usted tiene en su acervo cultural las respuestas para cada período histórico. Para los tiempos de la conquista española, la magnífica obra de Bartolomé de Las Casas, a favor de la humanización de los aborígenes. ¿Sabía usted, don Diego o como se llame, que el sacerdote Las Casas propuso que, para reemplazar la mano de obra que se perdía, al considerar seres humanos a los indígenas, se trajeran negros del África que, esos si, no eran humanos? La esclavitud que le dicen.
En tiempos de dictadura argentina, su Iglesia sacrificó, guardando silencio, a Enrique Angelelli y protegió y protege aún a Christian von Wernich, condenado a perpetua por genocida.
Paso al siguiente escalón, en este descenso mío a sus infiernos. Me es grato recordarle que el senador Ernesto Sanz votó a favor del matrimonio igualitario (no sólo gay, Diegote), lo que me permite hablar bien de él, como antes hablé mal. Cuando dijo lo que dijo respecto a la Asignación Universal, se comportó como un hijo de puta. Su aclaración posterior, oscureció aún más su intención final. Cuando votó la modificación del Código Civil, hizo honor a las viejas banderas democráticas del radicalismo. Es así, troglodita desconocido, nadie es una totalidad absoluta. Y no se asuste por el uso de "malas palabras". Es, apenas, mi humilde homenaje al querido Negro Fontanarrosa. Le confieso que, más de una vez, me he comportado así. Soy humano.
No soy el dueño de la verdad. Simplemente, soy un periodista que emite opinión y, ni usted ni ningún Torquemada contemporáneo (¿ve que soy generoso?) me lo va a impedir. Vivimos un momento histórico fascinante, con una flamante Ley de Medios que protege y promueve todas las voces. No hay Index en la Argentina. Hasta se permite que Mirtha Legrand pregunte si un homosexual no va a violar a un hijo adoptivo, mire.
No quiero que se me escape. Tejada Gómez y Favio son mediocres, según su óptica jurásica, pero eso es materia opinable, es cierto. Pero en el diván de su psicoanalista revise el concepto de resentido. Tejada fue lustrabotas. autodidacta y un enorme poeta popular. Claro, fue comunista y escribió, entre otras maravillas, la Canción con Todos, ese himno latinoamericano de resistencia y dignidad. Favio también se defiende con su magna obra. Efectivamente, no es Bergman. Es Favio.
Respecto del jefe de la secta, si, me refiero a Ratzinger, ese otrora joven hitlerista, con efectos residuales. La Iglesia Católica no es el todo. Mire que amplio que soy. Le cito al gordito de Aquino. Santo Tomás dice que ninguna parte de un pie es un pie. No sea ombliguista, hombre. Debería saber que hay tantos o más seguidores del Corán que de los Testamentos. Ustedes no son el todo, son una parte, bien que importantísima de la Humanidad. Hay más seres humanos, además del Papa y sus secuaces. Claro que la fe de mis vecinas es parte fundamental en su condición de gente magnífica, solidaria, querible.
Que le quede claro. Soy ateo militante, "comunista hormonal" como el gran Saramago, aunque no orgánico, para su tranquilidad. Formo parte, con orgullo, de la mierda oficialista y voy por más. Espero que el gobierno que suceda a éste, profundice aún más, su combate contra los monopolios y siga redistribuyendo el ingreso más equitativamente.
Si tipos como usted están enojados, es que vamos bien. Más claro aún, me siento cada vez más cerca de gente como Milagro Sala y el cura Vicente Reale, que de Macri y Bergoglio.
Como le dije, abro la carta. Hágase cargo y buen provecho.

22-07-2010

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