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lunes, 8 de abril de 2019

El tío

Todo empezó cuando una profesora de Marxismo Astral (sí, la posmodernidad tiene estos ruleros psicodélicos que suelen dar guita) increpó a través de facebook a mi primo Santiago. El Gordo (en realidad, casi no escucha y cuando le decimos Sordo responde que ya va a adelgazar) es ateo, racionalista y descree de atajos pseudocientíficos y, digamos todo, de dietas alternativas también.
La cuestión es que somos sobrinos de Tu Sam. Si usted puede tener un tío orfebre, escribano, ciruja, periodista, fiscal extorsionador, juez federal o diputado nosotros podemos tener uno astrólogo, horoscopero o zodiacal, como quiera llamarle.
Conozco un cómplice de nuestros sábados de café que dice que tiene un tío entrenador de futsal, pero que pidió asilo político en Pakistán desde enero de 2016. Y le creemos, claro.
Siempre tuvimos quilombo a la hora de saludarlo cuando venía a casa. O de nombrarlo en las reuniones familiares. Es que somos muy tradicionalistas y nos enseñaron que no hay que tutear a los mayores, mucho menos a un tío.
Nunca pudimos decirle tío Tu, por eso. Y tío Su queda horrible y es confuso, ambiguo.
Como se estarán imaginando tampoco nos atrevemos a llamarle tío Sam. Si bien les conté que somos tradicionalistas es sólo en las costumbres. Nuestro árbol genealógico está repleto de luchadores antiimperialistas y, precisamente, debemos respetar esa tradición. Somos "oriundos del marxismo", como le espetaron una vez a cierto ministro de economía. Por lo tanto, imposible. Además, nadie nos creería que nuestro tío sea Eso, ese muñeco disfrazado. Cruz diablo.
Ya nos juntamos muchas veces para resolver el conflicto. Fue inútil, aunque estuvimos cerca de lograrlo.
Les cuento. Mi prima segunda Ana Bella tiene militancia en una agrupación política juvenil. Pobre, dice mi tía Gabriela, viene marcada desde el nombre. Pero ella, mi prima, nos contó de un presidente efímero al que la muchachada llamaba Tío porque el Padre de ellos era otro. Cuando fundaron la agrupación cayeron en la cuenta de que no podían ponerle "La Tío" y de ahí el nombre que ostenta hoy, explica nuestra primita.
El asunto es que desde el Marxismo Astral están convencidos que Karl y Friedrich nacieron marcados por su signo respectivo y nosotros, la familia digo, no logramos convencer al tío de que se inscriba en el Curso. Dice, el muy turro, que su decanato en Piscis o la influencia de Capricornio en Saturno le aconsejan abstenerse.
Mientras tanto, el Gordo sigue morfando a destajo aunque su horóscopo de la semana le pide prudencia.