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lunes, 17 de septiembre de 2012

Berrinche

"Me importa una infinidad de carajos, y no soy más grosero solamente para no abusar del efectismo, tener el más mínimo grado de consenso con esta gente"
Eduardo Aliverti, en "Marca de Radio" (15/09/12)


Fue el jueves 13 de setiembre de 2012. Hablan ellos. Gritan ellos. Ellos ocuparon calles y plazas del país.

"Por las privaciones", llamando a cacerolear a través de las redes sociales, con imagen de fondo de un dólar norteamericano.
"En el cielo las estrellas, en la tierra las espinas y en la televisión argentina, la conchuda de Cristina". Primitiva copla infantil adaptada por seres escatológicos primitivos.
"En Barrio Norte también tenemos hambre", pancarta en manos de señora bien.
"No + KK", pancarta en manos de joven bien.
"Borombombón si tenés huevos salí al balcón", invitación amorosa a la presidenta de la nación, pero como tiene ovarios no salió.
"Andá con Néstor la puta que te parió", cántico cristiano de gente ídem.
"Me voy a vivir a Narnia, prefiero que me gobierne un león y no una yegua". Pancarta cinéfila, literaria y zoológica vista en Mendoza.
"Quiero que dé conferencias de prensa, con eso me basta". Declaración de un manifestante bien, de enorme profundidad intelectual.
"Estoy en contra de la procreación irresponsable". Referencia a la Asignación Universal por Hijo de una joven bien.
"Sí, somos golpistas de la democracia". Dicho por un maestro del oxímoron.
"El marido se murió en un rato, así que ella tenga cuidado". Una señora preocupada por la salud de otra señora.
"Aparición con vida del sistema republicano, visto por última vez el 25 de mayo de 2003", se leyó en una parodia del glorioso pañuelo blanco de nuestras Madres.
"Néstor volvé, te olvidaste de Cristina", cartel zombie que mezcla ternura y charla con el más allá.
"No queremos destituir a nadie, queremos que se vaya". O sea.
"Este es un gobierno narcoterrorista", lo dice un señor con aspiraciones.
"Quiero irme todos los años a Punta del Este y esta vieja de mierda no me deja". Quiere un jovencito rubio, de ojos celestes, con chomba de marca anudada al cuello.
"El que no salta es negro K". El rabino Sergio Bergman y comparsa ecuménica practicando aerobic. A propósito, este fantoche compartió la "fiesta" con Cecilia Pando y cruces svásticas.
"No me dejan ahorrar ni diez dólares", hace pucheritos una dama patricia.

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No hay caso, por más que los repita no se convierten en nosotros.
Cada uno de esos yo semejan a esos "Monos antropomorfos, de color en general pardo oscuro y de estatura semejante a la del hombre" (Diccionario de la Real Academia de la Lengua). Y de la mujer, agregamos nosotros que somos feministas por convicción.
Si se les enseña, también los monos antropomorfos saben golpear cacerolas.
Propuesta postberrinche bizarro: imaginen cómo sería un país que conforme a estos cuadrúpedos. ¿Imaginaron? La escritora argentina Elsa Osorio dice que "...no hay posibilidad de memoria sin imaginación". Y viceversa.

martes, 11 de septiembre de 2012

Un cuento

Había una vez un pueblo. Quiero decir, un territorio con una plaza, un edificio municipal, un templo religioso, una escuela primaria y un colegio secundario, una farmacia, un salón de usos múltiples (a cargo del Maese Guillermo Plus Essen), un club social, una canchita de tierra, un cafétín, una comisaría y su comisario, un almacén de ramos generales, una veterinaria y sus animales, un psiquiatra y sus pacientes, un médico y su consultorio, un contador y un cuentista, un poeta y varios verseros. O sea, ese pueblo tenía un pueblo. Quiero decir, mujeres y hombres, niños y ancianas, abuelas y nietos, trabajadores y parásitos, pájaros y pajarones, vacas, toros, caballos y terneros con su dueño agrícolo y ganadero, ternuras y durezas, gatos y gatas, perros y libélulas.
Pero lo que caracterizaba a ese pueblo es que tenía dos fuentes. La Fuente Nueva y la Fuente Vieja. Oficialmente el pueblo se llamaba Villa Las Luces y había sido imaginado, quiero decir fundado, por el sargento Emilio González Mediasuela, un desertor del ejército del general Tulio Pétreo, allá por los años 50 del siglo fenecido. Emilio hacía ostentación de ser el último eslabón de una familia de zapateros remendones. Era tal la importancia que ambas fuentes tenían en la vida cotidiana de la zona que todo el mundo lo conocía como Dos Fuentes, pese al reclamo inclaudicable de su creador y el beneplácito de los contertulios del bar que amaban la penumbra y abominaban de los excesos lumínicos. Incluidos los semánticos.
Los habitantes compartían casi todo. Menos las fuentes. En la Fuente Nueva se reunían los escolares, enarbolando sus primaveras, aún en invierno. Las chicas con sus bellezas al viento y sus cuerpos dispuestos. Los chicos, como es natural, aprendían de ellas a transitar los caminos del placer. Sí, el orgásmico también. Se metían en las aguas frescas para saciar la sed y mojar sus calores juveniles con la inocencia de los zorzales nuevos, la convicción de los pájaros carpinteros y la estética de los colibríes. Como en todo pueblo que se precie estaban los impacientes. Siempre querían mucho más, por eso no llegaban a tiempo a ninguna fiesta ni ayudaban a preservar las mejoras del lugar.
La Fuente Vieja recibía personajes raros. O no, según se mire. Todos los mediodías decían presente la Rubia Blonda, mística apocalíptica y adivina frustrada; Rosa Lepetit, mujer con la insólita costumbre de almorzar en público;  Federico Robledo, que hablaba sólo con el lado derecho de la boca; Luis Newtown, mozo extranjero que tenía la manía de robar las propinas de sus colegas cada dos años, exactamente el mismo día, 28 de diciembre; Hugo Track, dueño de la empresa de camiones y coleccionista de camperas de cuero; el showman George Badmilk, un mediocre imitador del periodista norteamericano Michael Moore; el Colorado, sobrino colombiano del empresario F. Drina; señoras benéficas con fotos de gente pobre; el comisario Leopoldo Pí y Cana y sus esposas; la Pato Toro Rico, ejemplar femenino de alcurnia deteriorada; José Hostia, el nonagenario sacerdote, conocido como el Padre Papá, Tío y Abuelo, según el grado de cercanía de quien lo mentaba. Las fiestas organizadas en días de guardar guardaban las formas exteriores, pero tenían, invariablemente, un final orgiástico. Entre ellos se reconocen como gente, socios, parientes o clientes.
Del cuidado de la Fuente Nueva se ocupaba la maestra, los trabajadores y los gatos noctámbulos. Entre ellos se reconocen como hermanos, camaradas, amigos, compañeros.
En la Vieja monta guardia un tipo que padece enanismo ético, una enfermedad propia de estas comarcas. Parapetado detrás de anteojos culo de botella, recibe instrucciones permanentes de su jefe, el capomafia del lugar, conocido como Héctor Imán Tado, aunque se supone que su verdadero nombre se perdió en una encrucijada de los tiempos. El guardián de la fuente decrépita está tan consustanciado con su función que ha adoptado para sí el nombre de ella, pero en italiano como un homenaje eterno a Don Corloene, pariente lejano. O próximo, según se mire.
Como corresponde, se lo odia profundamente, pero nadie intenta hacerle daño porque dicen que se irá descascarando al ritmo natural de todo organismo putrefacto. Igual que la Fuente que le mandan cuidar.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Ricardo, el albañil

Los que saben dicen que en el Reino de Navarra, España, en el siglo XV, los señores feudales no se resignaban a obedecer las directivas del monarca español. El poder, que le dicen. De allí nace lo que entonces se llamaba "Pase foral" o "Derecho de sobrecarta". La cuestión era mantener los fueros como sea (Cualquier semejanza con cierto expresidente atornillado a su banca de senador nacional es pura coherencia histórica). Cuando Isabel y Fernando inician la conquista y colonización de las nuevas tierras llegan funcionarios, curas y mercachifles varios a diezmar las riquezas naturales y producir el genocidio que conocemos. Alguien tenía que hacer el trabajo duro. Los pueblos originarios. Adivinaste, pequeño. La brutalidad, las enfermedades venéreas y las condiciones infrahumanas fueron produciendo un índice peligroso de mortandad entre los indígenas. La reacción a esta situación llegó, por ejemplo, a través de la prédica de Bartolomé de Las Casas, quien "descubrió" que los aborígenes eran humanos. O casi. Y parece que convenció a los Reyes Católicos. Entonces empezaron a llegar Cédulas Reales y demás papeles pintados ordenando a virreyes, regidores, cabildantes y otros miembros de la fauna ibérica para que dejen de tratarlos como esclavos.
Sí, tenían alma, pero ¿quién iba a hacerse cargo del trabajo en las minas o de roturar los campos o de someterse sexualmente ante los dueños (perdón, los patrones)?  En "La Oscuridad y las Luces" (Edhasa, 2010), su autor, Eduardo Grüner, lo explica magistralmente. Don Bartolo les resuelve el problema de la mano de obra: hay que traer esclavos de África. Total, son negros. O sea, no humanos.Son animales o cosas, pero cosas que trabajan. En fin, un sacerdote católico, pero sin exagerar. Con amplios conocimientos de Economía Política como se ve y que pasó a la posteridad con buena prensa.
Hago todo este rodeo para contarte que lo que hicieron los señores feudales de Navarra, en la Península, aquí se llamó "Se acata, pero no se cumple". Usted, lectora, puede traducirlo como "Tiene razón, pero marche preso", si quiere. Este pequeño paseo por nuestra trágica historia me sirve para introducirte en el tema. Si los farsantes utilizaban la excusa para seguir haciendo sus bestialidades, un episodio sucedido el viernes pasado, 7 de setiembre del año 2012 de vuestro señor Jesucristo, en San Rafael, Mendoza, Argentina, gestado por el director de una escuela pública, nos enseña que la frasecita en cuestión no es más que una herramienta que, como un martillo, por ejemplo, puede utilizarse para matar o para edificar una casa.
El Calendario Escolar manda homenajear a la Virgen del Carmen de Cuyo, según Resolución N° 683-DGE-2012. Pero Ricardo Alejandro Ermili, el director de la Escuela 4-130 "Prof. Jorge de la Reta", dijo nones. Cada jornada llegan a las 18:45 y se van a las 23:30 un poco más de 150 alumnos. Los argumentos de Ricardo son contundentes y sólidos. Ninguna resolución puede contradecir a la Constitución provincial que en el Artículo 212 dice, entre otras cosas: "La educación será laica". Además, la Ley Provincial de Educación, N° 6970, en su Artículo 4 establece: "El Estado garantiza...c) la prestación de los servicios educativos, asegurando la obligatoriedad y estableciendo que los niveles y regímenes del sistema de gestión estatal deberán ser gratuitos y laicos". Y no te fatigo más con numeritos.
Lo que hizo Ricardo, además de cumplir con la ley superior, es comenzar a cambiar un paradigma. Desde siempre vemos crucifijos, fotos sacras y sabemos de misas de graduación con asistencia obligatoria en instituciones educativas estatales. Se naturalizó una situación antinatural. Por muy mayoritaria que sea una secta es sólo eso, una secta. Representa, como la etimología del término lo dice, un sector. Y a nosotros nos enseñaron que la democracia es el gobierno de las mayorias, pero sobre todo, el del respeto por las minorías.
Hace muy poco y por iniciativa del Ministerio de Cultura de Mendoza se llamó a concurso para elegir la letra del Himno provincial. Ganó un esperpento que, entre sus íconos, destaca la figura de la Virgen de la Carrodilla y no hace ninguna mención al pueblo huarpe, habitante originario de estos medanales hasta que, los que trajeron la cruz y la espada, se encargaron de pisotear esa cultura ancestral. Tan naturalizada está la colonización cultural que un reconocido poeta que se declara a veces ateo, otras agnóstico, pero siempre judío, mi querido amigo Carlos Levy (integrante del bochornoso jurado del concurso en cuestión), justificó el exabrupto. Llegó a comparar a la figura religiosa con el Aconcagua y el viento Zonda. Es decir, dos fenómenos naturales con una construcción ideológico-cultural. Salvo que, producto de una indigestión etílica, el poeta crea que el cerro y el viento son obra de Dios. Oprobioso.
Ricardo le recuerda a su superior jerárquico que un nuevo paradigma es posible. Su actitud se inscribe en la etapa de construcción de una sociedad de inclusión. Visibiliza, saca de debajo de la alfombra, una costumbre discriminatoria. Dice Ricardo que, silenciosamente, varios directivos vienen poniendo en práctica el "se acata, pero no se cumple". La diferencia es que él ni acata ni cumple porque su conciencia democrática y, no es un detalle, su militancia en favor de los derechos humanos, lo convierten en un albañil de la nueva patria. Su gesto tiene un plus. No es anticatólico ni antirreligioso. Es anticlerical, que no es lo mismo. Ha colocado un imprescindible ladrillo laico.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Fitosanitario

Dice el mataburros oficial y monárquico que fitosanitario es todo aquello "perteneciente o relativo a la prevención y curación de las enfermedades de las plantas".
Si ArmandoTejada Gómez escribió que "todos vamos en el mismo barco/ sin más capitán que el canto", ¿por qué no imaginar que al llegar a puerto nos esperan árboles, flores, frutos y plantas para cultivar colectivamente?
Y hablando de naves acuáticas me anuncian que desembarca en estos días por Mendoza la Fundación Pensar. Su presidente honorario es Mauricio Macri, el gerente de la ciudad de Buenos Aires. Me invitaron, pero no puedo ir hasta que logre dilucidar algunas cosas. Por ejemplo, ¿no es contradictorio que Macri sea presidente "honorario"?, ¿no resulta insólito que dirija una institución que se llama, precisamente, pensar? La Fundación es la cara supuestamente académica del PRO y en su staff figura la plana mayor, la mediana y la menor (pero todos superan los 16 añitos) del derechoso conglomerado porteño. La carta de presentación en la ciudad de las acequias huarpes es un homenaje a Dardo Pérez Guilhou, recientemente cadáver, abogado constitucionalista y exministro de Educación de la dictadura de Onganía. Es decir, arranca mostrando credenciales fachas.
Empiezo a darme cuenta de que por este camino voy mal. ¿Que cómo me doy cuenta? Cuando Galileo, nuestro perro, me mira con cara de caniche toy (es un labrador retriever) y me pica la nalga izquierda es que tomé la ruta equivocada o me llegó la hora de una ducha. Supongo, quiero creer, que hoy ya me duché. Quiero decir que es muy fácil burlarse de un señor que repite lo que le dictan al oído, espía a su cuñado, nombra ministro a un troglodita y confunde a Borges con un tal José, entre otras perlitas cultivadas. Como en el cuento del alacrán y el hipopótamo cruzando el río, todo el abanico de desmadres del hijo de Franco (no, cachorro, ni Francisco ni el paragua; el empresario progenitor) no hace más que mostrar su naturaleza. Es un animal, político, pero animal al fin que, siguiendo un razonamiento muy latinoamericano de hoy, se parece mucho a quienes lo ungieron intendente del Obelisco y aledaños.
Entonces, mi querida Magister en Ternuras Matutinas, a qué asombrarse y escandalizarse por las declaraciones de Fito. Sí, es muy probable que algunos funcionarios y militantes del PRO hubiesen entregado gente durante el mal llamado PROceso. No es ocioso recordar que Abel Posse fue embajador de la Junta genocida. Fito y muchos más (algo así como el 54%) tenemos derecho a sentir asco por cierto sector del electorado del ombligo nacional. Y además, derecho a decirlo públicamente afrontando las consecuencias que vengan. Si eso no es pluralismo, me hago músico, formo una banda que se llame Los Macriturros y le pido a los cumpas de La Cámpora que me hagan la escenografía. Todo muy singular.
Ya va siendo tiempo de que se ponga el foco del debate sobre los que le dan de comer y no sobre el porcino, me parece. Allí apuntó el rosarino. Desde su declaración anterior, la del asco, y también en ésta, no hace otra cosa que interpelar a los vecinos de los cien barrios porteños (es mentira, son muchos menos. Hasta en eso son agrandados). Así que si joden a Fito nos joden a nosotros también. Por eso, lectora o lector, te propongo que, en el hipotético caso de que lo querellen, nos presentemos todos como co-querellados y lo ayudemos a sanear aquella "puta ciudad".
Mientras esperamos que los jóvenes de 16 a 18 puedan incorporarse institucionalmente al cuidado de este bosque patrio que somos, bienvenidos sean los pensares, sentires y decires fitosanitarios.