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lunes, 16 de mayo de 2011

Metáfora

Hay noticias que parecen redactadas por algún poeta maldito, esos que se encargan de revolver en la basura del alma humana y sacan a la luz nuestras peores pesadillas. Lástima que, al revés, ya no queden periodistas que poeticen ciertas noticias.
El Director Gerente de nuestro bienamado Fondo Monetario Internacional, el ilustre político ¡socialista! francés, Dominique Strauss-Kahn, parece que anduvo correteando a una mucama del Hotel Sofitel, de New York, la manoseó, quiso sacarle la ropa y la obligó a practicarle sexo oral en la habitación 302, a 3 lucas verdes la noche (la tarifa del hotel, no la oralidad). Todo, presuntamente. No se conoce, hasta donde yo sé, la identidad ni la foto de la víctima denunciante, sólo que tiene 32 añitos y que sus compañeritos de laburo la respaldan (no digo la apoyan para evitar ambigüedades, siempre perversas). Como en el caso de la muerte de Bin Laden: sin fotos, sin vergüenza el sinvergüenza.
Volviendo al capo de los tutores de la ortodoxia financiera mundial, parece que le van a hacer un análisis de ADN y lo van a comparar con los restos que, otra vez presuntamente, tenga la niña bajo las uñitas. Salvo que nuestra prócer de la verdad mediática impoluta, Ernestina Herrera de Noble, le dé un curso acelerado de cómo burlarse de la justicia, por lo menos por una década.
La cuestión es que el gol de Palermo y sus lágrimas de emoción me sumieron en un estado de reflexión tan intenso que descubrí, para mi propia sorpresa, que lo que el pícaro Dominique había, uf presuntamente, hecho con la mucamita no era nada distinto a lo que viene haciendo la prestigiosa institución que el distinguido acusado gerencia.
Nos ha perseguido por los pasillos de la economía global, nos ha manoseado las ricuras (perdón, las riquezas), ha intentado desnudarnos, o sea dejarnos en bolas y tetas (y tantas veces lo ha conseguido con la complicidad explícita e implícita de nuestros gerentitos de turno) y, tal vez la única diferencia, esos mismos gerentitos le han practicado sexo oral casi con fruición digna de mejor causa.
Hace un tiempo, poco tiempo si tomamos perspectiva histórica, que no nos andan correteando por los pasillos, ya no nos manotean las ropas (aunque ganas no les faltan) y podemos mirarlos como se mira a los viejitos perversos. Con una mezcla de asco y cierta sonrisa enigmática, como recordando que alguna vez alguien se puso los pantalones y les pagó todos los servicios prestados y los mandó a la puta madre que los parió en Breton Woods.
Apenas, una metáfora.

1 comentario:

  1. Ha sido la capacidad de metáfora la que nos ha permitido tramitar esos momentos oscuros de nuestra historia. Eso nos ha ligado siempre a la vida y día a día vamos camino a mayor institucionalidad y mayor soberanía. Has dicho bien querido amigo.

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